domingo, 6 de marzo de 2016

Marzo

Hacia frío, de ese frío que te quema las orejas, pareciese que el invierno nunca fuese a terminar. Fue entonces cuando tiró del carboncillo y empezó a pintar. Reinventó todos los días de la semana, los bautizó de nuevo. Despertó a los muertos. Dibujo para si misma la noche más oscura con el polo norte entre sus dedos, ahora desde allí todo se veía diferente.


Se limpió las manos y salió a la calle.