viernes, 27 de junio de 2014

La bata blanca.

El Principito
En la infancia fantaseamos con cuentos de hadas y príncipes azules, futuros inciertos, caballos y castillos. Yo recuerdo perfectamente tardes en la casa de mi amiga Noelia, en las que nos enfundábamos en las batas de enfermera de su madre y salvábamos a cientos de pacientes imaginarios de las peores enfermedades jamás imaginables, nos gustaba jugar a ser personas serias, vestirnos de adultas, pintarnos los labios y alardear de nuestros novios ficticios, los cuales obviamente poseían todo tipo de cualidades asombrosas. Y así nos pasábamos las tardes, imaginando como seriamos dentro de unos años. Ahora que lo recuerdo parecía todo tan real que nos relamíamos solo de pensarlo

Entonces los años de fantasía quedan atrás, creces, abres un ojo, abres el otro y ¡Sorpresa! No hay bata blanca, ni castillo y mucho menos un caballo, pero algo excepcional ha sucedido en este tiempo. Resulta que hay una media de 7.000 millones de personas en el mundo mezclándose con otra media de 78 años de esperanza de vida. Estas en el medio del caos, rodeada de todo tipo de gente desconocida que por momentos deja de serlo para atravesarte y después volver a desaparecer.

martes, 24 de junio de 2014

Animal Salvaje.

Lisboa 2011. Foto hecha por YogurtDeMenta
Te echaba de menos animal salvaje. 

A pesar de las heridas y de las cicatrices, de quemarme cada vez que a mi te acercas y de volverme volátil a tu lado, a pesar de todo eso y mucho más, te echaba de menos mi lágrima de mar, siempre tan bioluminiscente que eclipsas todo lo demás.

Indomesticable animal salvaje, en los días serenos mi afán de alcanzarte se eleva y en mis múltiples intentos de llegar a ti me envenenas sin cesar, un exceso de calambres recorren mi cuerpo electrificando cada centímetro de mi piel, entumenciendo cada una de mis articulaciones, hasta que consigues anestesiarme, es entonces cuando comprendo que no es más que un sincero y salvaje "aléjate de mi, indomesticable enamorado furtivo"

Pero aquí estamos los que nos hemos decidido a morir por alguna criatura salvaje. ¡Aprovecha y late corazón que aquí hemos venido a morir!

lunes, 16 de junio de 2014

Fat&Furious

Hola, buenos días, soy tu coordinación y te he abandonado. ¡Fíjate! ¿No lo ves? vas al contrario de todo el mundo ¿Tan difícil es hacer las cosas bien? Lo estas estropeando todo y ya no habrá forma de arreglarlo si sigues así de despistado. Suena "Stamina" de Vitalic, eso debería de motivarte pero ni con esas.

Ahora párate, siéntate y piensa. Tienes que encontrar una solución, tres pasos a la derecha, uno hacia atrás, femoral, punta, talón. ¿A qué hemos venido? ¡A sudar! Punto en boca y gominola que no has de comer, déjala correr. Suena fácil, pero lo haces complicado solo para poder quejarte. Así que tendrás que buscar el equilibrio. Porque a fin de cuentas todo lo que merece la pena se consigue sudando la gota gorda, desde pillarle el punto a la tortilla o pintarse las uñas de la mano izquierda, hasta conseguir un aprobado en un examen de álgebra o que un gallego entienda a un andaluz (Lo último ya os digo yo que es poco probable, pero a veces pasa, pocas, pero pasa)

Entonces, llegados a este punto en que las cosas que merecen la pena no se suelen conseguir de la noche a la mañana, me reitero en que gominola que no has de comer déjala correr, como frase universal, aplicable a todo tipo de circunstancias, poseedora de la verdad absoluta y susceptible de quebrantarse.


miércoles, 11 de junio de 2014

Mercromina


Fragmentos de su bondad hechos añicos flotaban en el aire como si de motas de polvo se tratasen. La tristeza había dejado paso al dolor y este, a su vez, al odio más profundo.

¡Una lástima! Una herida que ni la mercromina apaña. Empieza como un rasguño en cualquier parte de tu piel y se aferra a los órganos internos como ventosas. Se mezcla con tus glóbulos rojos y pasa por cada célula de tu organismo. Huir no sirve de nada, no se separará de ti por mucho que corras o muy lejos que te escapes.

Cuando la opción de cicatrizar no existe solo te quedan dos soluciones posibles, recrearte en la herida o contagiar. Ninguna de ellas es del todo favorable pero una vez que te decides empieza todo un proceso de mutación que se resume en un "fue lo que era y es lo que será". Simple y sencillo, sin lugar a confusiones. Lleno de rotundidad.

PD: Cuidado Sansones, hay mucha Dalila vagando por el mundo.

lunes, 9 de junio de 2014

No sé, no sé, no sé, no sé.

¿La recuerdas? Esa canción de Alaska y Dinarama que solíamos bailar noche si, noche también ¡Cómo si la vida nos fuera en ello! Aquellos si que eran buenos tiempos, matábamos por unas perlas ensangrentadas, nos volvíamos locas por un heart of glass, consciencia e inconsciencia de juventud revoloteando en el ambiente.

Poco importaba lo importante, lo realmente trascendental iba y venía conforme a tus antojos y caprichos. Disfrutabas de todo como nunca lo has vuelto a hacer en tu vida, y eso es la verdad más grande que te he dicho nunca. Dime ¿Acaso recuerdas la última vez que te temblaron las rodillas de emoción? ¿De la fuente de energía que emanaba de ti? Tu vida tenía de banda sonora ring my bell de Anita Ward y allá donde fueras sacudías la melena de la forma más extraordinaria jamás vista.

Carisma hecho mujer. Felicidad exultante. Evasivas, no sé, no sé, no sé.

Eras que ya no eres, la chica a la que todos escribían canciones de amor. Y eso ya no es un secreto.  Pero no temas, es lo que tiene crecer y convertirse en una mujer de apellido B Good.