Una ex fumadora, ex culpable, ex víctima, ex verduga, ex inocente, ex vulnerable, ex megalónama.
Una reincidente en tierras hostiles y en cientos de vicios inconfesables.
Aún así, casi llora de rabia, nostálgica de todo lo que pudo ser, del tiempo que desperdició por su memoria cariñosa, por su saliva que se tornó amarga sin darse tan siquiera cuenta, por su boca que de estar tanto tiempo callada se había olvidado de hablar.
Levantó la mirada y la dirigió una vez más hacia el espejo, se había adentrado sin quererlo en un nuevo vicio, en el vicio de quererse. Es entonces cuando se dio cuenta de que ardía por dentro y que en ese suelo, ya solo quedaba frío.
No se puede estar más desnuda.
ResponderEliminarDe cuerpo y alma.
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