viernes, 25 de julio de 2014

Agosto

Penas, que se clavan y atraviesan cada parte de tu ser, duelen, escuecen y nunca terminan de cicatrizar. Han venido para quedarse. Son las nuevas inquilinas que han amueblado tus ausencias. Vecinas tormentosas, que ponen la música demasiado alta para que no te olvides de que ahora viven en ti.

Quizá con el paso del tiempo, una vez hayas entendido que ahora forman parte de ti, aprenderás a convivir. En tus llantos ocultos serán la lágrima que quiere brotar, en tus alegrías el amargor final de una sonrisa. Sea como sea, aprenderás a disimular, engañarás a los demás y en ocasiones a ti también, pero bastará una pizca de ruido para que la tempestad se vuelva a desatar, agitando tu vida de forma intermitente, añorando el pasado una vez más.



Agosto eterno, como te gusta agitar mi vida en paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario