lunes, 28 de abril de 2014

El flan

Vivimos disfrazados, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, usamos cientos de artimañas para ocultarnos. El mero hecho de pensar en que nuestros puntos débiles queden al descubierto nos genera más tensión de la que podemos soportar, esto sin duda te lleva a un estado de alerta irracional que hace que te conviertas en un luchador sin necesidad de llevar ningún traje especial.

Por desgracia somos dados a sacar nuestro pico y pala para buscar en las profundidades mas turbias, atravesar fuertes armaduras y conseguir el flan que todos ansiamos tener. Tu suerte esta echada, todo depende de si el poseedor de tu flan tiene sangre en las venas o agua regia. ¿Y qué hacemos? en ocasiones, nos damos prisa y nos vestimos con un traje de luchador mucho mejor que el anterior ¡No mostraremos ni una pizca de dolor mientras se comen nuestro flan a cucharadas! sin embargo, en otras ya no hay traje que valga, un nudo se deshace y brota el dolor.

¡Ay la jodida efervescencia y las aguas regias que vienen y van! ¡Cuánto catador de flan!

2 comentarios:

  1. El traje de luchador es muy necesario. Entrada muy interesante!!

    V.

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    1. Todo es cuestión de saber cuando ponérselo y cuando quitárselo ;)

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